Sara... Mi mundo se hunde de repente todo se ha derrumbado y ni siquiera sé por qué. Necesito ayuda. No sé adónde me llevan. Estoy en un reservado del aeropuerto y me he metido en los servicios para escribirte. Ni siquiera sé si podré hacerte llegar esta carta.
Tienes que ayudarme, tienes que devolver las cosas a su sitio. No sé qué es lo que creen que hacen, pero se equivocan. Te lo juro, Sara, yo no he hecho nada. Al principio creí que venían a por mí por tu culpa, por lo del ordenador. Me interrogaron durante horas y les hablé sobre ti. Perdóname estaba desesperada, no sabía que hacer para que me dejasen volver a mi vida. Les conté lo de ese chico que te gusta. Querían que hablase, que les cantase algo así que se lo dije.
Pero no sirvió de nada. Porque en realidad era otra cosa lo que buscaban, solo qe al principio no lo entendí. Mezclaban preguntas sobre ti con preguntas sobre un trabajo mío del colegio. Creía que lo hacían para despistarme. Pero ahora, después de dos noches enteras pensando sin parar, creo qe me equivocaba. Era ese trabajo lo que les interesaba. El problema es que no sé por qué. ¿Te acuerdas del artículo sobre la historia del Sweet Pink que escribí para la web de la compañía? Fue un honor que me lo encargaran y me lo tomé muy en serio. A Bertha, mi supervisora, le encantó el resultado. Lo publicaron hace cuatro días.
Pero algo de ese artículo a disgustado a Juliette. No sé qué es.
Me tomé muchas molestias para encontrar esa foto. La mitad de ellas no tenían ningún sentido para mí. Creo que he publicado algo que no les ha gustado, pero ¿qué? De verdad, no lo entiendo.
Tienes que ayudarme. Tienes que descubrir la verdad, el porqué de todo esto. Como supongo que habrán retirado el artículo de la web Sweet Pink (compruébalo por si acaso), necesito que busques el original en mi carpeta virtual.
Aunque me han quitado el ordenador no creo que la hayan encontrado, porque era mi tercera copia de seguridad en secret files. Busca en www.secretfiles-top.com. El usuario es el nombre de mi modelo favorito de Sweet Pink, ese que llevaba puesto el día que me invitaste a cenar en tu cuarto y te presté mi ordenador. La contraseña es el número de referencia de ese modelo (Puedes consultarlo en www.sweetpinkfashion.com). Lee el artículo, mira a ver si descubres que es lo que les ha molestado y, por favor, intenta hacerles comprender que yo no pretendía incomodar a nadie, que siempre he admirado a Juliette.
Si pudieras investigar algo más sobre la foto del artículo...
Creo que ahí está la clave de todo. La saqué del archivo www.arteyfuturo.com. La persona que me autorizó fue Janet Dean, que tiene un cargo importante en la Fundación. Intenta buscar sus datos de contacto o su correo electrónico en la web para ver si le puedes sacar algo sobre la foto.
Están aporreando la puerta del servicio. Si puedo, me pondré en contacto contigo a través del blog de Lynda (sé que Lynda eres tú, ellos me lo dijeron). ¿Conoces el código murciélago? Es fácil de encontrar en internet. Si consigo conectarme, te escribiré en ese código para cifrar mis mensajes en tu blog.
Solo quiero volver a mi vida, que comprendan que estoy de su parte, que no tienen nada que temer de mí, que yo no soy como tú. Perdona, no es que quiera reprocharte nada... Por favor, sálvame, Sara.
Solo te tengo a ti.
Teresa Lacroix